El estilo nórdico-escandinavo pisa fuerte en el mundo de la decoración desde hace unos años y aún hoy sigue ganando puntos.
¿Sabes de dónde viene esta forma de decorar y amueblar el hogar?
Precisamente de estos países donde las horas de luz y la luz natural es escasa y los inviernos son muy duros y oscuros.
Para contrarrestar esto, surgió este estilo decorativo en el que predominan los tonos claros, elementos naturales y formas geométricas sencillas.
Estos ambientes casan con otros estilos como el industrial, bohemio o el vintage.
Espacios sencillos, limpios, que no están sobrecargados y que, sobre todo, son prácticos y funcionales.
El hogar escandinavo debe transmitir bienestar y armonía.
Si quieres que tu casa luzca con un estilo nórdico de libro, atento/a a estas premisas:
El color blanco y la madera deben predominar
Líneas rectas con aires de diseño minimalista.
La luz: ayuda a dar amplitud. Usar colores neutros y blancos en las paredes.
Los complementos decorativos marcan la diferencia, en especial los textiles.
Pon plantas: la naturaleza en tu hogar.
Los muebles siempre en tonos neutros y madera.
Menos es más.
Comodidad y funcionalidad siempre.
El papel pintado también tiene cabida.