El cabecero de la cama es la pieza estrella del dormitorio, el que lo llena de personalidad.
Hay tantas posibilidades que después de ver este artículo, seguro que vas a querer darle un giro de estilo a este elemento que vela por nuestros sueños.
Con palés de madera
Transforma el palé pintándolo en los tonos que prefieras o con papel pintando…
¡Verás el resultado!
Cambia el tapizado actual por uno nuevo
Busca una tela que te enamore y habla con un tapicero, juntos podréis hacer una pieza súper especial.
Pinta tu propio cabecero
Si la pintura es lo tuyo, puedes proponerte pintar un buen panel a juego con el dormitorio y ponerlo a modo de cabecero.
Dale una segunda vida a esas puertas especiales
Abre las puertas a tus sueños con unas puertas con encanto como cabecero. Modifica su color y dales un buen repaso.
Cabecero de rafia u otras fibras
Si quieres un toque eco/country…. Ya sabes que este tipo de fibras son tendencia deco.
Ventanas, también de cabeceros
Las ventanas o contraventas pueden darle también otro rollo a tu dormitorio
El arte en cabeza
Elige un cuadro bonito que presida tu dormitorio y cuélgalo a modo cabecero.
Recuerda que las tonalidades y el estilo deben casar con los demás elementos de la habitación.
Un espejo en el aire
Esta opción es perfecta para los dormitorios pequeños porque le da un efecto de amplitud.
Un tapiz o alfombra
Una alternativa muy vistosa que puedes colgar en horizontal o vertical, según el efecto que le quieras dar al dormitorio.
Un muro
Perfecto para actuar como repisa decorativa o mesita de noche
Independientemente de todas estas opciones, hay que tener en cuenta que hay paredes tan especiales que no necesitan absolutamente nada, en esos casos ya sabes: Menos es más.